viernes, 6 de junio de 2014

Un dolor que no sana, que no tiene cura, que asfixia...

Mi última publicación en este blog fue el 11-abril-2014, precisamente un día antes de que se detonara aquí en Venezuela, la más cruenta represión en contra de un reclamo justo y auténtico por parte de los estudiantes y la sociedad civil que adversa esta dictadura.

Ha sido imposible escribir con tanto dolor.

Las calles se han anegado de sangre de estudiantes (niños) y del llanto de sus madres; llanto de nosotros que somos también sus padres, porque un hijo es de todos, lo sentimos todos, lo lloramos todos.

Con cada noticia filtrada en redes sociales de la caída de un estudiante a manos de los "elementos" represivos del gobierno, nuestro dolor aumentaba como en una espiral tormentosa; que congela, que ahoga, que desgarra.

Nos avergüenza y nos atormenta tanta maldad, tanta frialdad para torturar, cegar, asesinar, maltratar y destruir a unas criaturas que protestan porque saben que si no arreglan su presente, no tienen futuro. No tenemos futuro.

Como reflexión, les digo que no hay postura humana más dañina y perversa que el fanatismo ideológico, puesto que este llega como un tsunami y lo cubre todo: el sentido común, los valores, la decencia, la humanidad, etc. Hay personas que aún viendo la crueldad contra estos niños, tan solo por su fanatismo, la han avalado, aplaudido, justificado.

El fanatismo te vuelve tan ciego tal como la justicia que esta imparte, es una perversión que como sociedad nos ha tocado vivir, y más importante: sanar.

Debo decir, con esperanza que muchos que habían apoyado esta ideología involutiva, han emergido a la luz y han cambiado su postura, todo producto del horror que han enfrentado desde lejos, como espectadores de una barbarie de la que no quieren ser cómplices (como lo son los países que guardan silencio), pero que su sentido común les invitó a cuestionar, a verse en ese espejo...

Hemos constatado que el poder por el poder es maligno, mentiroso, cara dura.
Eso que nos gobierna ahora, esa capa oscura que nos secuestra todos los días, sigue destruyendo, derrumbando sueños, enterrando libertades; pero cada vez más débil, más temeroso, más aterrado; lo cual, lo hace más peligroso y más perverso.

Estamos en las cenizas ya, no queda nada, pero nos levantaremos cual Fenix, eso se los puedo asegurar.




martes, 11 de febrero de 2014

Infancia de Puertas Cerradas.

Esta generación de padres (nosotros) vivió una infancia de mucha actividad física: juegos, carreras, saltos, patines, patinetas, bicicletas, deportes, etc. Recuerdo gratamente que mis hermanas y yo, en las vacaciones, jugábamos en las calles, parques y espacios abiertos, desde muy temprano en la mañana hasta caer la tarde. Se me acelera el corazón al escribir estas lineas con los recuerdos extraordinarios que esa época me dejó.

Recuerdo también que volvíamos a casa agotados, sucios, pero súper felices; y nuestros padres, aún siendo muy protectores, no se preocupaban de los que nos pudiera pasar, puesto que, nada nos pasaba (Gracias a Dios). Era otra época, otra instancia de la realidad, era una suerte de edén.

En nuestro país, el hampa y la criminalidad desbordada ha hecho que cada vez más limitemos a nuestr@s hij@s a espacios cada vez más pequeños; que supervisemos sus juegos y que cada vez más los reemplacemos por un tipo de recreación dentro de nuestras casas o dentro de las casas de amigos de confianza.

Son nuestros propios miedos los que desbordan nuestra sobreprotección, y siempre me pregunto, ¿esta censura autoimpuesta es coherente?, ¿verdaderamente los estamos protegiendo o les estamos quitando esa parte mágica de la infancia que nosotros disfrutamos?

viernes, 7 de febrero de 2014

Mentiras obligatorias...

Frecuentemente los niños están buscando atención y aprobación de sus padres. Más aún en el caso de sus madres.

A veces los padres tendemos a ser 100% objetivos, ya sea por nuestra cultura, nuestro trabajo, formación, entorno, etc. Con esto quiero decir que no nos damos cuenta que si somos totalmente sinceras con ellos, los pueden hacer sentir muy mal.

Les doy un ejemplo, (relájense y no se pongan defensivas):

Si tu hij@ te dice:

-Mami, mira mis calificaciones del colegio!

y Tú le respondes algo como:

-Buenísimo hij@! Aunque aquí en Educación Física no saliste muy bien porque obtuviste  una C+.

Esa respuesta es correcta desde el punto de vista de los adultos, pero no desde el mundo de ellos. Es 100% verdad lo que dice la calificación, pero lo importante es la forma, el envoltorio de dicha verdad.

Pienso que el niñ@ ignora completamente el "Buenísimo hij@!" y se le queda en mente todo lo demás como una desaprobación.

Para ellos su mamá es su todo, su heroína y su arquetipo de amor. De manera que las madres tienen que hacer el esfuerzo de abstraerse de este mundo y siempre transmitir que su hij@ es el mejor, el más hábil, el más capaz, el más inteligente, el más importante, el más bello del planeta, etc, y todo eso debe estar inmerso en la forma de comunicarse con ellos.

Hey! No se vayan por los extremos! ya sé lo que están pensando! No estoy diciendo que vayamos a la inacción cuando observemos aspectos de mejora en nuestros niñ@s. Eso es otro tema.

Hasta el próximo post! :)



martes, 7 de enero de 2014

Santa Claus Is Coming to Town…


En estas pasadas navidades estuvimos corriendo con el tema de los regalos para Cami. De igual manera, con el tradicional regalo de parte de Santa.

Cami totalizó más de una decena de regalos, y un regalo por parte de Santa.

A la mañana siguiente de abrir todos esos regalos, Cami le pregunta a su Mami:

- Mami: ¿por qué si yo fui la que obtuvo mejores calificaciones en el colegio, Santa solo me trajo un regalo y a mi "amiguita X" cinco regalos y a mi "amiguita Y" seis regalos?

Fue un chequeo de consistencia de manera brillante que nos dejó sin palabras. Nos quedamos fríos, avergonzados de nuestro error, devastados. Sentimos ese nerviosismo de salir corriendo a reparar el daño, pero fue imposible: cuál sería una razón contundente para que Santa haya hecho algo tan injusto? ¿Con qué argumento justificamos a "Santa" sin ser descubiertos; sin que se apague la magia?




lunes, 21 de octubre de 2013

La maestra de Educación Artística.

En estos día al llegar del trabajo, Cami me comenta lo siguiente:


"En la clase de Artística nos pidieron hacer un dibujo, y cuando se lo entregué a la maestra me dijo: Tú estás muy grande como para estar haciendo dibujos de bebés! Ese sol no se hace con esos rayos y esas nubes no son reales!

Bueno, como entenderán nos quedamos impactados! Congelados! y luego, Furiosos!

Para empezar esta señora se nota que no se ha leído "El Principito", que por cierto debería ser requisito obligado para todo pedagogo que pretenda impartir cualquiera familia de esa materia.

Después que se me pasó el Tsunami de indignación por la falta de todo de esta fulana, me llega un aire de desespero; si tal cual, de desespero, porque este tipo de situaciones nos da indicios de todo lo que pueden enfrentar nuestros chamos allá afuera, en el mundo real, lleno de locos, desubicados y demás especímenes peligrosos.

Fíjense algo, esta acción de la "maestra" puede ser perfectamente catalogada como "Bullying". Ahora bien, ¿y cómo hacemos para protegerlos?, bueno me parece que la clave está en reforzar su autoestima, decirles millones de veces que los amamos y siempre vamos a ser sus superhéroes, que no tenemos poderes especiales, pero somos sus superhéroes y que luchamos todos los días para que les vaya mejor a ellos de lo que a nosotros nos fue a su edad; que no es fácil, que nosotros no somos infalibles, pero que no debemos rendirnos, ni ellos ni nosotros.

(Esta imagen se explica por si sola...vean la firma)



martes, 15 de octubre de 2013

La respuesta del examen es correcta, pero no!

Salimos de nuestros respectivos, estresantes y agotadores, trabajos y llegamos la casa. Le preguntamos a Cami qué tal le fue en el examen de matemáticas y nos dice que bien. Revisamos el examen corregido por la maestra y nos encontramos con que la respuesta a una de las preguntas está mala.

Sin embargo, la respuesta está idéntica a uno de los ejemplo del libro de clases. Se trata de ilustrar la definición de dos rectas secantes.

Le enviamos una nota a la maestra en el cuarderno de enlace pidiéndole que revise la respuesta de Cami, ya que a nuestro criterio está bien.

La maestra muy amablemente responde, entre otras cosas disculpándose por no responder prontamente, y nos indica que el objetivo de la pregunta es que el niño mostrara en el dibujo de las rectas secantes el punto de corte y que no se sobreentendiera como lo había plasmado Cami. A su vez nos dice que  consultó el tema con el profesor X de 5to grado y bachillerato, "no por dudar" sino para "buscar un consenso". 

Nosotros le enviamos una nueva nota donde le argumentamos que en ninguna parte de la pregunta se especifica claramente para el niño que esa es la intención de la misma y que como las matemáticas no son ambiguas, sus definiciones no lo son tampoco.

Al final, la respuesta quedó como incorrecta para la maestra, a pesar de que ella sabe que nuestro argumento es sólido: Las matemáticas no son ambiguas! Un concepto es absoluto y no tiene interpretación. Además, para colmo de males, Cami lo representó como estaba en el libro. Entonces...¿cuál podría ser una de las lecturas? Bueno, yo creo que nuestro gentilicio tiene el problema de que no sabemos asumir nuestros errores humildemente. Nadie le va a quitar el título de maestra o pedagoga a ella por decir "tiene razón, me equivoqué, ya le ajusto la nota del examen"; pero no! 

Lo peor del caso, es el "antivalor" que se lee entrelíneas de esta experiencia.

lunes, 14 de octubre de 2013

Los padres estamos para guiar.

Una amiga en la oficina me comentó en estos días que asistió a una charla del inmejorable Carlos Fraga. Entre los cuentos bien interesantes sobre la experiencia de la charla, se soslayó una frase que ha estado dando vueltas en mi remolino de reflexiones: "Los padres están para guiar..."

Bueno, vamos a ver..."guiar". Para poder guiar entiendo que debe haber una experiencia sobre el contexto de lo que se guía. Sin embargo, ¿cuál experiencia tenemos si somos padres por primera vez?, y si somos padres con hijos únicos?

El tema se complica.

Mientras reflexiono al respecto, entiendo que en este tipo de guía lo que debe suceder es que, como padres, para poder guiar a tus hijos debes tener en primer lugar inteligencia emocional, la cual ocurre como parte de los efectos del viaje interminable del conocimiento de uno mismo. De manera que si la parternidad/maternidad te sorprende sin al menos tener algún avance en ese camino, realmente vas a endosar tus miedos, tus inseguridades, etc. a tus hijos. Es como si te llegaran los invitados a la cena, y ni siquiera has empezado a preparla.